Para salir a la calle y reivindicar una idea primero necesitas pasar por un proceso reflexivo donde intentas analizar tu actualidad y la manera en que la podrías cambiar. Pero ¿cómo se puede acercar este tipo de pensamientos a un grupo de niñxs?. Nuestra propuesta fue lanzar unas preguntas e intentar darles respuesta a través del juego y el collage. 

¿Cómo describirías el presente y el pasado de tu barrio? ¿Todo lo que hay en tu barrio te gusta? ¿Cómo te gustaría que fuese tu barrio? Así empezamos la sesión  intentando recapitular todas las experiencias que tuvimos el último mes junto con las experiencias vividas que tienen nuestrxs participantes en relación con su barrio. 

La dinámica se podría dividir en dos partes. La primera era reflexiva y tenía como objetivo pensar la imagen del barrio con todos sus aspectos, tanto positivos como negativos, y como nos gustaría que fuera. En la segunda fase cada unx de lxs participantes tenía que materializar sus respuestas en dos postales propuestas con comentarios. Una en color verde, representado el presente, y una en color fucsia, representando el futuro. Por la complicidad del grupo y las diferentes energías que tienen sus miembros este ejercicio se alargó en dos sesiones. Aparte del proceso de reflexión que queríamos que nuestrxs participantes pasarán, esta dinámica tenía una finalidad más, y esa era enviar todas las postales en el ayuntamiento, tanto para enseñarles las perspectivas de sus habitantes más pequeñxs como para ver sus respuestas en relación con lo anterior. Después de haber sacado estas dos sesiones en una de las nuestras reuniones de organización nos dimos cuenta de que en la mayoría de las postales salía la problemática de los espacios verdes de la ciudad. Cosa que fue nuestro epicentro para la siguiente quedada. 

Para acercar los procesos de reivindicación con las prácticas artísticas pensamos en proponer al grupo la idea de una acción performativa en el espacio público. Esta cogió cuerpo a través quince metros de valla verde y unas cuantas ramas de árboles. La propuesta era muy simple, como había lugares cerca de nuestra sede que estaban en completo desuso pensamos que podríamos ir allí y “ocupar” espontáneamente el espacio con nuestros cuerpos camuflados como si fuesen árboles y arbustos. Si lo hiciese una persona sola igual parecería raro, pero el efecto de la repetición y la escala que consigues cuando colocas un cuerpo a lado del otro empieza coger más fuerza. Incluso, alguien podría decir que parece que todos estos cuerpos camuflados parecen un pequeño bosque. Sin embargo, no todo el grupo se apasionó con la idea. Aunque, en el principio todxs parecían implicados con la propuesta mientras nos estábamos vistiendo dentro del mesón cuando salimos fuera para realizar la acción-performance el grupo se dividió. Por una parte, el grupo se separó por cuestiones propias de cada unx de lxs participantes que no se veían representados en la acción, cosa que es totalmente normal, y por otra la vergüenza que algunxs sintieron con la idea de estar expuesto en el espacio público. Así un subgrupo volvió en el mesón y el otro siguió con la actividad. Lxs que seguimos terminamos en la Plaça del Músic López-Chávarri, igual la plaza más desgastada en el centro de valencia. Allí después de haber gritado las reivindicaciones propias del grupo “menos hormigón y más naturaleza” unx de lxs participanes tenía la idea de dejar todas las ramas que teníamos y colocarlas en forma de un cuadrado. Cosa que nos pareció el mejor epílogo que podría tener esta acción. 

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