No hace falta ser un gran detective para darse cuenta de que en Ciutat Vella hay una gran cantidad de personas sin techo. Desde las primeras sesiones identificamos una cierta aporofobia dentro del grupo y, en esta ocasión, intentamos abordarla. Para ello contactamos con Lucía, periodista y colaboradora de Bokatas. Bokatas es una asociación que se dedica a, según sus propias palabras, «hacer visible lo invisible» a través del acompañamiento de las personas sin hogar.

Con el objetivo de conocer las distintas realidades de las personas sin hogar del barrio, fuimos a visitar una exposición que daba voz, a través de la imagen, a las personas anteriormente mentadas. “Callejeros”, de Francisco Sanz, fue una exposición que estuvo en el Centre del Carme Cultura Contemporània durante el mes de mayo. La premisa fundamental de la expo fue la de dar cámaras desechables a personas que vivían en la calle para así conocer sus realidades desde su propia mirada. Gracias a la mediación de Lucía, conocimos los nombres y experiencias de muchas de las personas que aparecían o que habían hecho las fotos, ya que muchas son amigas suyas.

La dinámica consistió en una pequeña explicación general (aunque siempre es difícil generalizar en estos casos, por lo que siempre se termina abordando experiencias individuales) de las causas más comunes del sinhogarismo y las problemáticas a las que tienen que hacer frente estas personas. El grupo hizo preguntas cómo “¿Y ninguno vendió la cámara que le dieron?” y otros comentarios típicos usando los tópicos que acostumbran a cargar las personas sin hogar. En este caso, sin embargo, contábamos con la ayuda de Lucía quien, a través de sus experiencias personales, desmintió muchos de estos tópicos. 

La segunda parte de la sesión consistió en la visita a la exposición fotográfica. En muchas de las fotos, aparecían distintos espacios que formaban parte del imaginario del grupo (el parque de Guillem de Castro y demás zonas colindantes a su colegio, sobre todo) lo que ayudó, por vinculación, a que prestaran más atención al contenido expositivo. Mientras tanto, Lucía nos contaba anécdotas y experiencias que había vivido con las vecinas sin hogar del barrio. 

Pese a que el grupo, después de llevar todo el día en el colegio, eran reacios a entrar a un museo; la sesión sirvió para limar, en cierta medida, los tópicos que recaen sobre la gente sin hogar. Todo ello a través de las experiencias personales. 

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